La segunda clase de este MBA trata sobre Marketing en especial del neuomarketing, que en mi opinión es al ciencia del futuro, ya que en un mundo en el que casi todas las empresas producen productos poco diferenciados con unas normas de calidad standard, la única forma que tienen para diferenciarse es con el mensaje que le transmiten a los consumidores para que apuesten por sus productos y seguramente tras leer este post llegaréis a mi misma conclusión.
Con Buyology, Martin Lindstrom nos introducirá en el concepto de Neuromarketing un concepto relativamente nuevo que intenta explicar mediante la neurociencia como se comportan las personas frente a la publicidad. Esto es debido a que nuestro cerebro está en "piloto automático" más del 85% de las veces, es decir que es el subconsciente el que toma las decisiones por nosotros sin que nos demos cuenta, aunque nuestras palabras digan una cosa, nuestro cuerpo hace lo contrario, esto es debido a las supersticiones, prejuicios culturales, tradiciones, lo políticamente correcto... y un sin fin de cosas más.
El neuromarketing se utiliza para ver qué es lo que nos impulsa a decantarnos por una determinada marca, qué tipo de anuncios son los que nos llaman más la atención, si funciona o no la publicidad por emplazamiento (esto es como en el mundo del marketing y publicidad denominamos a colocar en una escena de una película, serie... una persona que toma una determinada bebida, viste con una marca de ropa determinada, o dice una frase que hace alusión a una marca o producto), aunque esto en realidad no influye mucho en el proceso de compra. Nuestro cerebro es capaz de recordar mejor un sonido (canción) o un aroma que cualquier logo, a pesar de lo que pensemos el sexo tampoco vende, lo único que hace es crear controversia, y hacer que se hable de la marca en todos sitios teniendo así una mayor repercusión, como las campañas virales que tanto están de moda últimamente. De hecho sabemos que gracias a este estudio los avisos de muerte en las cajetillas de tabaco, o las fotos no sirven de nada, en verdad si, hicieron el trabajo contrario, estimular una zona del cerebro llamada núcleo de accumbens o punto del ansia, y esto hace que el cuerpo desee alcohol, drogas, tabaco, sexo...
Lo mismo pasó con esta foto en la polémica campaña de No-l-ita una empresa de moda italiana, cuyo fin era mostrar la realidad de la enfermedad, aunque tuvo el efecto contrario debido a que las neuronas espejo (que explicaré más adelante) de las personas que sufrían esta enfermedad quisieran imitarla.
Lo mismo pasó con esta foto en la polémica campaña de No-l-ita una empresa de moda italiana, cuyo fin era mostrar la realidad de la enfermedad, aunque tuvo el efecto contrario debido a que las neuronas espejo (que explicaré más adelante) de las personas que sufrían esta enfermedad quisieran imitarla.
Como escribí antes la publicidad por emplazamiento o los anuncios en televisión no sirven para nada y menos en el s.XXI cuando podemos estar con el portátil, la tablet o el móvil mientras escuchamos la tele de fondo, o cuando aprovechamos los anuncios para ir a la cocina o el baño. Parece ser que las grandes marcas que se anuncian el televisión no se han hecho esta pregunta. Dime los tres anuncios que más te hayan gustado (o que te acuerdes), qué salía en ellos y de qué producto era. Seguro que alguno si se acuerda, pero estamos sometidos a tal cantidad de estímulos que nuestro cerebro no lo almacena, es algo normal, ¿nunca os pasó que dejáis las llaves o el móvil en un lugar y al cabo de un rato no sabéis dónde está.
Es como ocurre con todo en la vida, cuándo vemos que una cosa funciona la repetimos una y otra vez hasta la saciedad, en lugar de ser más creativos y originales, pues bien la publicidad por emplazamiento lleva bombardeando nuestros cerebros desde 1932 con la película Scarface. Para que la publicidad por emplazamiento funcione tiene que estar integrada en el programa, formar parte del decorado (ya sea porque esté pintado en los mismos colores que la marca, o porque la decoración se asemeje a ese producto, o que forme parte del guión del programa)
¿Nunca os ha pasado que después de ver una peli de acción o una película de autosuperación, por lo general de un equipo de fútbol americano y basada en hechos reales que durante y después de la misma os invade una sensación de bienestar y fuerza? ¿O que al leer un libro sentís lo mismo que les pasa a los protagonistas? Eso es debido a las neuronas espejo. Son las neuronas espejo las que nos hacen bostezar cuando vemos a otra persona que lo está haciendo, o beber cuándo en el cine uno de los actores lo hace.
Pues bien, como os imaginareis estas también influyen en nuestros procesos de compra, cuándo vemos la ropa puesta sobre un maniquí en una tienda, o pasamos delante de un concesionario de coches y vemos un deportivo descapotable, automáticamente nuestras neuronas espejo se ponen en funcionamiento y nos imaginamos conduciendo ese coche o vistiendo esa ropa, puede que seamos conscientes o no y de forma impulsiva creamos que nos hacen falta esos artículos y los compremos (obviamente en el caso del deportivo es más complicado, ya que se trata de una compra premeditada) Las neuronas espejo no están solas en el proceso de compra, unidas a la dopamina, una de las sustancias más adictivas y que el cuerpo la produce en situaciones de estrés, bienestar... es esa sensación que se apodera de vosotros y os incita a comprar el último modelo de móvil del mercado y que tras salir de la tienda desaparece y nos preguntamos si en realidad hicimos una buena compra. Esto es porque mietras compramos se activa una parte del cerebro llamada zona de Brodmann que analiza el éxito que nos aportará la compra de ese tipo de artículos.
Según un estudio realizado en la Universidad de Duke nos sentimos más atraídos por las personas que sonríen que por las que no y además las recordamos con mayor facilidad y no solo eso, otro estudio en el que aparecían de forma subliminal caras sonrientes y tristes, reveló que las personas expuestas a rostros sonrientes eran más susceptibles de comprase más cosas y pagasen hasta el doble de dinero por ellos, por ello al personal que está de cara al público se les instruye para que sonrían a los consumidores.
La publicidad subliminal tiene un fuerte poder de influencia en nuestras decisiones de compra y esto lo saben muy bien en la industria tabacalera que desde hace unos años no pueden hacer publicidad explícita y han tenido que desarrollar una serie de alternativas, como pagar a los bares y discotecas de moda para decorar sus locales con muebles, baldosas... que por medio de los colores y la forma se asocian al producto, esto es debido al poder de asociación, al igual que en la Formula 1 ya sea porque han pratocinado durante un montón de tiempo este deporte, pero el rojo de Ferrari se asocia con el color de Marlboro y a esa unión se le añade la adrenalina, la emoción, el riesgo... que este deporte conlleva y como hemos dicho se registran en la misma parte del cerebro, el núcleo de accumbens. En mi opinión habría que repetir el experimento dentro de unos años a ver si despierta las mismas sensaciones, o por el contrario al no estar vinculado el efecto no es el mismo.
Las supersticiones y los rituales, también juegan un papel importante en el proceso de compra y en la fidelidad hacia las marcar, dicen que el ser humano es un animal de costumbres, y es verdad, desde que nos levantamos por la mañana, hasta que nos acostamos hacemos prácticamente las mismas cosas en el mismo orden, nos levantamos, ponemos el café en la cafetera y calentamos la leche en el micro, mientras vamos al baño a lavarnos la cara y afeitarnos (algunos), después encendemos la radio y desayunamos... y lo hacemos prácticamente sin pensar, de forma inconsciente (lo que comentaba antes del "piloto automático"), es por eso que las marcas como Oreo, la cerveza Guinness o incluso el beber sidra conlleva un ritual.
¿Sabíais que el 50% de las decisiones de compra son espontáneas? Esto quiere decir que no las controlamos y lo más importante que se producen en el punto de venta. Esto se produce por medio de asociaciones que hace nuestra mente de manera inconsciente analizando el nombre, la procedencia, el diseño, el precio... de los artículos que compramos y que el neurobiólodo António Damásio llamó marcadores somáticos. Esto no solo se da con los artículos que compramos, también con las asociaciones que hacemos de soplar antes de tomar algo caliente, asociamos Paris con moda, Suiza con precisión, Japón con tecnología... todo ello es por medio de la experiencia pasada que somos capaces de unir en menos de un segundo.
Como escribí al inicio la vista no es el sentido más adecuado para que se nos quede la información grabada y tampoco para que compremos una determinada marca y menos aún con la saturación de imágenes, anuncios, logos que pasan día a día por nuestras retinas. El Sensory Branding que consiste en estimular más de un sentido al mismo tiempo. Según un experimento realizado en el que se mostraban primer por separado una serie de imágenes y olores, y los participantes notaban la misma sensación, pero al mostrar la imagen con el olor correspondiente esta sensación aumentaba, y hasta incluso si la combinación no se correspondía. Esto es porque al ver y oler algo que nos gusta se encienden varias zonas del cerebro al mismo tiempo entre ellas la corteza orbitofrontal interna derecha, asociada con percepciones agradables y placenteras o si es desagradable la corteza orbitofrontal externa izquierda relacionada con la aversión y la repulsión y al estar expuestos a combinaciones que podían concordar se activaban simultáneamente la corteza piriforme derecha (centro principal del olfato) y la amígdala (dónde se procesan las emociones) y otro hallazgo sorprendente fue que el olor activa muchas de las regiones cerebrales que la vista, y además que identificamos mentalmente el logotipo del producto y esto es gracias a las neuronas espejo de las que hablé entes.
Otro experimento tan raro como interesante se produjo en una tienda de ropa en EE.UU. y al pulverizar la ropa de mujer con aromas femeninos como la vainilla, las ventas se duplicaban. De hecho si os fijáis en la mayoría de supermercados que tiene panadería, esta se encuentra lo más cercana de la entrada o calle posible y es porque el olor a pan recién hecho nos hace que tengamos ganas de comprar, y no solo pan, si no todos los productos relacionados con el (mermelada, aceite, jamón...), hasta en las hamburgueserías el olor a carne asada no es real, si no que se trata de un olor sintético para que nos entre más hambre y así consumir más. Pero no solo el olor es el sentido que más se utiliza para llamar nuestra atención, también el tacto tiene un papel importante, por ello en las tiendas de ropa y electrónica está todo al alcance de la mano para que lo podamos tocar y juzgar, también la forma de los envases y los colores están estudiados de tal manera que resulten lo más atractivos posibles para los consumidores. Los sonidos también tienen un papel importante, desde el ruido que hace el propio producto (destapar una botella o el crujir de las patatas), hasta el sonido ambiente que hay en la tienda. En un estudio de la Universidad de Leicester (Inglaterra) se ponía música francesa o alemana en la sección de vinos de un supermercado y se dieron cuenta que el día que sonaba música francesa el 77% de los vinos que se vendían eran franceses y al revés.
En otro experimento realizado se mostraban imágenes de productos y sonidos, entre los que se incluían la música de algunas marcas que se mostraban en las imágenes y la conclusión fue similar a la de los olores, al ver la imagen y escuchar la melodía simultáneamente, los participantes recordarían mejor lo que veían y oían que si se estimulaban los sentidos por separado, pero el escáner reveló que algunas marcas como Microsoft, la imagen salía peor parada que el sonido, aunque otras como Nokia salía mal paradas con la prueba de sonido y esto se producía porque en la corteza prefrontal ventrolateral se procesa la información relacionada con las emociones, y la gente asociaba (marcadores somáticos) el sonido de Nokia con una sensación negativa. Por eso en un futuro no es de extrañar que no solo veamos carteles luminosos, si no que estos tengan sonido, o que en las tiendas haya aromas agradables que nos inviten a entrar.
Muchos de vosotros pensaréis que el sexo vendo, o por lo menos eso es lo que creen los publicistas y los responsables de marketing de muchas de las grandes empresas desde ropa, hasta comida, pasando por refrescos o coches. Para averiguarlo un estudio realizado en 2007 en el University College de Londres, tomó a 60 participantes los dividió en cuatro grupos dos grupos, a dos de ellos se les puso un capítulo de Sexo en Nueva York, y a los restantes uno de Malcom in the middle, durante las pausas unos vieron anuncios con contenidos sexuales, mientras que los otros no, cuando terminó el experimento, los participantes que vieron los anuncios provocadores no recordaron mejor las marcas de los productos que el resto, además los que vieron Sexo en Nueva York recordaron menos la publicidad que los de Malcom in the middle. Otro experimento realizado en EE.UU. para ver como afectaba el sexo a la publicidad tomó a 400 participantes a los que se les pusieron anuncios de contenido erótico y otros no, y se les pidió que señalasen a qué zonas prestaban más atención. Tras ello el 9,8% de los hombres y el 10,85% de las mujeres que vieron anuncios de contenido sexual se acordaban de la marca del producto en comparación con el 20% de hombres y 22,3% de mujeres que recordaban la marca en el otro tipo de anuncios.
Esto mismo ocurre cuando en la publicidad aparecen imágenes de modelos, actores, deportistas... de gran belleza y cuerpos esculturales. Un estudio de la Universidad de Florida reveló que las mujeres reaccionaban negativamente cuando en los anuncios aparecían modelos femeninas extremadamente atractivas, mientras que si estas tenían un aspecto más natural, estaban sin maquillaje y vestidas, su predisposición era más positiva. Otro estudio realizado por Market Facts reveló que las imágenes de ternura (53%) eran más eficaces a la hora de comprar un producto que las de sexo (26%). Por eso muchas empresas están seleccionando a sus próximas estrellas de anuncios a través de los vídeos caseros de Youtube, y la explicación es muy sencilla, al tratarse de personas normales que se asemejan con el común de los mortales, nos transmite una mayor veracidad y empatía. En cambio al ver a un famoso nos da la sensación de que nos están vendiendo algo.
Aunque el sexo en la publicidad apareció en los años 20, de la mano de la empresa Schrader Universal, para anunciar tapas de válvulas, tuvo su máxima repercusión en los 80 con la marca de Calvin Klein, tanto por las imágenes que utilizaba como por los mensajes, por lo que diversas asociaciones en contra pidieron que se quitasen esos anuncios, lo que le daba aún más publicidad a su marca. Por eso podemos afirmar que no es el contenido sexual lo que vende, si no la controversia social, el revuelo y el hecho de que se hable en todos lados del tema lo que hace que la marca se te quede grabada , aunque puede tener un impacto negativo a corto plazo.
Y como está pasando con la belleza sobrenatural, llegará un momento en el que estemos tan saturados de contenido sexual en los anuncios que los publicistas tendrán que volver hacia atrás para cambiar la tendencia y así llamar nuestra atención.
Hay empresas que sí que han utilizado el neuromarketing para crear productos y hacer publicidad de los mismos, como es el caso de J'adoer de Christian Dior, considerado como uno de los lanzamientos más exitosos de la firma. También otras empresas como Microsoft lo están utilizando para ver que opinan los consumidores de sus productos, en lugar de los clásicos cuestionarios, incluido Unilever la empresa matriz de los helados Frigo descubrió con este sistema que el placer que se produce al comer un helado es mucho mayor que el de comer chocolate.
¿Nunca os ha pasado que después de ver una peli de acción o una película de autosuperación, por lo general de un equipo de fútbol americano y basada en hechos reales que durante y después de la misma os invade una sensación de bienestar y fuerza? ¿O que al leer un libro sentís lo mismo que les pasa a los protagonistas? Eso es debido a las neuronas espejo. Son las neuronas espejo las que nos hacen bostezar cuando vemos a otra persona que lo está haciendo, o beber cuándo en el cine uno de los actores lo hace.
Pues bien, como os imaginareis estas también influyen en nuestros procesos de compra, cuándo vemos la ropa puesta sobre un maniquí en una tienda, o pasamos delante de un concesionario de coches y vemos un deportivo descapotable, automáticamente nuestras neuronas espejo se ponen en funcionamiento y nos imaginamos conduciendo ese coche o vistiendo esa ropa, puede que seamos conscientes o no y de forma impulsiva creamos que nos hacen falta esos artículos y los compremos (obviamente en el caso del deportivo es más complicado, ya que se trata de una compra premeditada) Las neuronas espejo no están solas en el proceso de compra, unidas a la dopamina, una de las sustancias más adictivas y que el cuerpo la produce en situaciones de estrés, bienestar... es esa sensación que se apodera de vosotros y os incita a comprar el último modelo de móvil del mercado y que tras salir de la tienda desaparece y nos preguntamos si en realidad hicimos una buena compra. Esto es porque mietras compramos se activa una parte del cerebro llamada zona de Brodmann que analiza el éxito que nos aportará la compra de ese tipo de artículos.
Según un estudio realizado en la Universidad de Duke nos sentimos más atraídos por las personas que sonríen que por las que no y además las recordamos con mayor facilidad y no solo eso, otro estudio en el que aparecían de forma subliminal caras sonrientes y tristes, reveló que las personas expuestas a rostros sonrientes eran más susceptibles de comprase más cosas y pagasen hasta el doble de dinero por ellos, por ello al personal que está de cara al público se les instruye para que sonrían a los consumidores.
La publicidad subliminal tiene un fuerte poder de influencia en nuestras decisiones de compra y esto lo saben muy bien en la industria tabacalera que desde hace unos años no pueden hacer publicidad explícita y han tenido que desarrollar una serie de alternativas, como pagar a los bares y discotecas de moda para decorar sus locales con muebles, baldosas... que por medio de los colores y la forma se asocian al producto, esto es debido al poder de asociación, al igual que en la Formula 1 ya sea porque han pratocinado durante un montón de tiempo este deporte, pero el rojo de Ferrari se asocia con el color de Marlboro y a esa unión se le añade la adrenalina, la emoción, el riesgo... que este deporte conlleva y como hemos dicho se registran en la misma parte del cerebro, el núcleo de accumbens. En mi opinión habría que repetir el experimento dentro de unos años a ver si despierta las mismas sensaciones, o por el contrario al no estar vinculado el efecto no es el mismo.
Las supersticiones y los rituales, también juegan un papel importante en el proceso de compra y en la fidelidad hacia las marcar, dicen que el ser humano es un animal de costumbres, y es verdad, desde que nos levantamos por la mañana, hasta que nos acostamos hacemos prácticamente las mismas cosas en el mismo orden, nos levantamos, ponemos el café en la cafetera y calentamos la leche en el micro, mientras vamos al baño a lavarnos la cara y afeitarnos (algunos), después encendemos la radio y desayunamos... y lo hacemos prácticamente sin pensar, de forma inconsciente (lo que comentaba antes del "piloto automático"), es por eso que las marcas como Oreo, la cerveza Guinness o incluso el beber sidra conlleva un ritual.
¿Sabíais que el 50% de las decisiones de compra son espontáneas? Esto quiere decir que no las controlamos y lo más importante que se producen en el punto de venta. Esto se produce por medio de asociaciones que hace nuestra mente de manera inconsciente analizando el nombre, la procedencia, el diseño, el precio... de los artículos que compramos y que el neurobiólodo António Damásio llamó marcadores somáticos. Esto no solo se da con los artículos que compramos, también con las asociaciones que hacemos de soplar antes de tomar algo caliente, asociamos Paris con moda, Suiza con precisión, Japón con tecnología... todo ello es por medio de la experiencia pasada que somos capaces de unir en menos de un segundo.
Como escribí al inicio la vista no es el sentido más adecuado para que se nos quede la información grabada y tampoco para que compremos una determinada marca y menos aún con la saturación de imágenes, anuncios, logos que pasan día a día por nuestras retinas. El Sensory Branding que consiste en estimular más de un sentido al mismo tiempo. Según un experimento realizado en el que se mostraban primer por separado una serie de imágenes y olores, y los participantes notaban la misma sensación, pero al mostrar la imagen con el olor correspondiente esta sensación aumentaba, y hasta incluso si la combinación no se correspondía. Esto es porque al ver y oler algo que nos gusta se encienden varias zonas del cerebro al mismo tiempo entre ellas la corteza orbitofrontal interna derecha, asociada con percepciones agradables y placenteras o si es desagradable la corteza orbitofrontal externa izquierda relacionada con la aversión y la repulsión y al estar expuestos a combinaciones que podían concordar se activaban simultáneamente la corteza piriforme derecha (centro principal del olfato) y la amígdala (dónde se procesan las emociones) y otro hallazgo sorprendente fue que el olor activa muchas de las regiones cerebrales que la vista, y además que identificamos mentalmente el logotipo del producto y esto es gracias a las neuronas espejo de las que hablé entes.
Otro experimento tan raro como interesante se produjo en una tienda de ropa en EE.UU. y al pulverizar la ropa de mujer con aromas femeninos como la vainilla, las ventas se duplicaban. De hecho si os fijáis en la mayoría de supermercados que tiene panadería, esta se encuentra lo más cercana de la entrada o calle posible y es porque el olor a pan recién hecho nos hace que tengamos ganas de comprar, y no solo pan, si no todos los productos relacionados con el (mermelada, aceite, jamón...), hasta en las hamburgueserías el olor a carne asada no es real, si no que se trata de un olor sintético para que nos entre más hambre y así consumir más. Pero no solo el olor es el sentido que más se utiliza para llamar nuestra atención, también el tacto tiene un papel importante, por ello en las tiendas de ropa y electrónica está todo al alcance de la mano para que lo podamos tocar y juzgar, también la forma de los envases y los colores están estudiados de tal manera que resulten lo más atractivos posibles para los consumidores. Los sonidos también tienen un papel importante, desde el ruido que hace el propio producto (destapar una botella o el crujir de las patatas), hasta el sonido ambiente que hay en la tienda. En un estudio de la Universidad de Leicester (Inglaterra) se ponía música francesa o alemana en la sección de vinos de un supermercado y se dieron cuenta que el día que sonaba música francesa el 77% de los vinos que se vendían eran franceses y al revés.
En otro experimento realizado se mostraban imágenes de productos y sonidos, entre los que se incluían la música de algunas marcas que se mostraban en las imágenes y la conclusión fue similar a la de los olores, al ver la imagen y escuchar la melodía simultáneamente, los participantes recordarían mejor lo que veían y oían que si se estimulaban los sentidos por separado, pero el escáner reveló que algunas marcas como Microsoft, la imagen salía peor parada que el sonido, aunque otras como Nokia salía mal paradas con la prueba de sonido y esto se producía porque en la corteza prefrontal ventrolateral se procesa la información relacionada con las emociones, y la gente asociaba (marcadores somáticos) el sonido de Nokia con una sensación negativa. Por eso en un futuro no es de extrañar que no solo veamos carteles luminosos, si no que estos tengan sonido, o que en las tiendas haya aromas agradables que nos inviten a entrar.
Muchos de vosotros pensaréis que el sexo vendo, o por lo menos eso es lo que creen los publicistas y los responsables de marketing de muchas de las grandes empresas desde ropa, hasta comida, pasando por refrescos o coches. Para averiguarlo un estudio realizado en 2007 en el University College de Londres, tomó a 60 participantes los dividió en cuatro grupos dos grupos, a dos de ellos se les puso un capítulo de Sexo en Nueva York, y a los restantes uno de Malcom in the middle, durante las pausas unos vieron anuncios con contenidos sexuales, mientras que los otros no, cuando terminó el experimento, los participantes que vieron los anuncios provocadores no recordaron mejor las marcas de los productos que el resto, además los que vieron Sexo en Nueva York recordaron menos la publicidad que los de Malcom in the middle. Otro experimento realizado en EE.UU. para ver como afectaba el sexo a la publicidad tomó a 400 participantes a los que se les pusieron anuncios de contenido erótico y otros no, y se les pidió que señalasen a qué zonas prestaban más atención. Tras ello el 9,8% de los hombres y el 10,85% de las mujeres que vieron anuncios de contenido sexual se acordaban de la marca del producto en comparación con el 20% de hombres y 22,3% de mujeres que recordaban la marca en el otro tipo de anuncios.
Esto mismo ocurre cuando en la publicidad aparecen imágenes de modelos, actores, deportistas... de gran belleza y cuerpos esculturales. Un estudio de la Universidad de Florida reveló que las mujeres reaccionaban negativamente cuando en los anuncios aparecían modelos femeninas extremadamente atractivas, mientras que si estas tenían un aspecto más natural, estaban sin maquillaje y vestidas, su predisposición era más positiva. Otro estudio realizado por Market Facts reveló que las imágenes de ternura (53%) eran más eficaces a la hora de comprar un producto que las de sexo (26%). Por eso muchas empresas están seleccionando a sus próximas estrellas de anuncios a través de los vídeos caseros de Youtube, y la explicación es muy sencilla, al tratarse de personas normales que se asemejan con el común de los mortales, nos transmite una mayor veracidad y empatía. En cambio al ver a un famoso nos da la sensación de que nos están vendiendo algo.
Aunque el sexo en la publicidad apareció en los años 20, de la mano de la empresa Schrader Universal, para anunciar tapas de válvulas, tuvo su máxima repercusión en los 80 con la marca de Calvin Klein, tanto por las imágenes que utilizaba como por los mensajes, por lo que diversas asociaciones en contra pidieron que se quitasen esos anuncios, lo que le daba aún más publicidad a su marca. Por eso podemos afirmar que no es el contenido sexual lo que vende, si no la controversia social, el revuelo y el hecho de que se hable en todos lados del tema lo que hace que la marca se te quede grabada , aunque puede tener un impacto negativo a corto plazo.
Y como está pasando con la belleza sobrenatural, llegará un momento en el que estemos tan saturados de contenido sexual en los anuncios que los publicistas tendrán que volver hacia atrás para cambiar la tendencia y así llamar nuestra atención.
Hay empresas que sí que han utilizado el neuromarketing para crear productos y hacer publicidad de los mismos, como es el caso de J'adoer de Christian Dior, considerado como uno de los lanzamientos más exitosos de la firma. También otras empresas como Microsoft lo están utilizando para ver que opinan los consumidores de sus productos, en lugar de los clásicos cuestionarios, incluido Unilever la empresa matriz de los helados Frigo descubrió con este sistema que el placer que se produce al comer un helado es mucho mayor que el de comer chocolate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario