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lunes, 13 de mayo de 2013

Comunicación

En esta nueva clase de mi MBA hablaremos sobre la comunicación, pero sobre la comunicación no verbal.  Según Albert Mehrabian el 7% de la información se atribuye a las palabras, el 38% a la voz (entonación, resonancia, tono...) y el 55% restante al lenguaje corporal (gestos, posturas, movimiento de los ojos...), esto se conoce como la Regla de Mehrabian, y como podemos ver es más de la mitad de la información la que transmite nuestro cuerpo (normalmente de forma inconsciente) Si os fijáis gesticulamos al hablar, pero también al hablar por teléfono, cuándo la otra persona no está delante nuestra también los hacemos de manera inconsciente.


 Comunicación no verbal. El lenguaje del cuerpo de Allan Pease es una guía rápida sobre los diferentes elementos de la comunicación no verbal, sus significados, con este resumen os desvelaré esa parte "oculta" del mensaje para que así la próxima vez prestéis más atención y estéis pendientes de ese 55%. Si queréis ampliar más sobre esta materia os recomiendo que veáis la serie de Lie to me.

La postura corporal:

Es la más fácil de detectar y la que más pistas nos puede dar sobre la otra persona, normalmente en una conversación, cuándo compartimos el mismo punto de vista que nuestro interlocutor, imitamos su postura corporal cruzando la pierna derecha encima de la izquierda o al revés como si fuésemos su espejo, lo que se denomina posturas congruentes. Fijarse en la postura de los demás es muy útil, ya que nos puede revelar si la otra persona está a favor o en contra nuestro antes de que hablen.
De la misma manera, las posturas no congruentes marcan una distancia, una barrera entra los interlocutores, dos personas que no se conocen se sientan una al lado de la otra de forma inconsciente puede que abran sus brazos y piernas en forma de barrera, o girar un poco el cuerpo como medida de protección.
Si mantenemos una conversación con dos personas a la vez y detectamos que uno de nuestros interlocutores copia los gestos de su compañero (aunque sea él quién converse con nosotros) nos está diciendo que es la otra persona quién tiene la autoridad, y debe ser hacia quién tengamos que dirigir la conversación.

El tacto:


De los cinco sentidos, el tacto y el centro motor son los que abarcan una superficie mayor en la corteza de nuestro cerebro. Es por ello que se piensa que tengan una mayor importancia. Estamos recogiendo información constantemente del medio a través del tacto, si hace calor o frío, cuándo la ropa nos aprieta, al caminar...
El contacto físico está relacionado con la amistad, el afecto o el sexo, aunque también varía dependiendo de las culturas.
En las culturas nórdicas, anglosajonas o en América del norte es raro ver a hombres y mujeres que caminen del brazo por la calle; mientras que en los países mediterráneos y Sudamérica es más normal.

Movimientos corporales:

La proporción entre el gesto y la postura es una manera de medir la atención que presta una persona en una situación determinada. Dar la mano de forma enérgica, no será convincente si camina con poco impulso o delicadeza, de la misma manera que si en una conversación estamos jugueteando con las manos damos sensación de desinterés, mientras que si al movernos lo hacemos con todo el cuerpo parecerá que estamos prestando mucha atención  

Los gestos:

Los gestos siempre dicen la verdad sobre los sentimientos o la actitud de quién los hace, a la hora de analizar los gestos, debemos analizarlos en conjunto, y no de manera aislada, ya que estar con los brazos cruzados puede significar que está enfadado, que por algún motivo no somos de su confianza y los pone a modo de barrera (esto lo explicaré a continuación), que tiene frío o simplemente que está cómodo en esa postura.
A parte de analizar los gestos en su conjunto, debemos examinarlos dentro de la situación en que se producen y la coherencia entre lo que e dice y se hace.
El gesto de que alguien se tape la boca nos indica claramente que miente, es como si inconscientemente quisiésemos tapar o enmendar lo que hemos hecho, aunque con el tiempo y la edad vamos disimulando esos gestos la acción de llevarse la mano a la boca es algo que repetiremos toda nuestra vida, aunque con algunas variantes, como la de tocarnos los labios, acariciarnos la barbilla o tocarse la nariz. Aunque en esencia el gesto es el mismo, con pequeñas variantes.
Los primeros 30 segundos de la conversación son claves, son el tiempo en el que nuestro cerebro se hace una idea de la otra persona, si nos cae bien o mal y esa idea luego es muy difícil cambiarla, por eso hay que causar una buena impresión en ese corto espacio de tiempo.

El espacio personal:

Los seres humanos somos territoriales y consideramos como una amenaza que un extraño se nos acerque demasiado, esto puede ser algo que nos quede en el subconsciente de nuestros antepasados primitivos. Por ello podemos diferenciar cuatro zonas alrededor nuestro a las que denominaremos distancias zonales o espacio personal.
  • Zona íntima: Es la más íntima y la que cada uno identifica como "su propiedad", en ella permitimos que se acerquen las personas más cercanas: padres, parea, hijos, familiares y amigos íntimos. Su radio es de 45 cm.
  • Zona personal: Va desde los 46cm hasta 1,22m. En esta distancia nos encontramos cómodos en una reunión, en la oficina o en una fiesta.
  • Zona social: Es la que nos separa de los extraños y de la gente a la que no conocemos bien. Su radio es desde 1,22m hasta 3,6m.
  • Zona pública: Es la distancia cómoda para dirigirnos a un grupo, esta es a partir de los 3,6m.


Aunque estas dependen de dónde nos encontremos, en un ascensor, en el metro, en un concierto es lógico que otras personas entren en nuestra Zona personal sin sentirnos incómodos. Además las personas que se han criado en zonas rurales necesitan más espacio que las que nacieron en una ciudad.


Gestos:

Exhibir la palma de la mano da sensación de verdad u honestidad, es por ello en que la mayoría de los saludos o juramentos se coloca la palma de la mano sobre el corazón o levanta con la palma hacia afuera.
Se pueden diferenciar tres tipos de actitudes dependiendo de cómo se coloque la palma de la mano.
Las palmas hacia arriba son un signo que sinceridad ya que indicamos que no tenemos nada que esconder, también es un signo de sumisión.

Las palmas hacia abajo indican que se trata de mantener el control, por ello la mano extendida con la palma hacia abajo es un símbolo de autoridad.



La mano cerrada con el índice extendido también es un signo de autoridad es un látigo imaginario con el que golpeas al que escucha o señalas.




Estos gestos se relacionan con la forma de darse la mano y en este caso también diferenciamos tres tipos:
Actitud de dominio: Se produce cuándo la otra persona intenta colocar su mano por encima de la nuestra, en esta situación deberemos prestar atención ya que está intentando someternos y puede que su mensaje oculte algo.
Actitud de sumisión: Es la situación contraria a la anterior, la otra persona coloca su mano por debajo de la nuestra. Significa que la persona es poco segura de sí misma y que nos cede el control de la situación.
Actitud de igualdad: Esta es la forma correcta de saludar, es cuándo las palmas de las manos están verticales.

El estilo más agresivo de saludar es con el brazo extendido  la palma hacia abajo, ya que la otra persona nos obliga responder con la palma hacia arriba, cediendo el control.

Dar la mano, sujetando con la otra a la otra persona, conocido también como el saludo político, demostramos sinceridad y confianza, y contra más cerca del hombro la cojamos más sensación transmitiremos a la otra persona, aunque este saludo está bien entre amigo y familiares, cuándo nos lo hace una persona que acabamos de conocer transmite sensación de superioridad.

Las manos con los dedos entrelazados nos indican que la otra persona tiene una actitud hostil y negativa, para cambiar su predisposición hacia nosotros debemos realizar alguna acción para que cambie su postura. También existe una correlación entre el grado de hostilidad y la altura de las manos.

Las manos en forma de ojiva indican una actitud de superioridad y confianza en sí mismo normalmente cuándo la persona habla coloca las manos hacia arriba y hacia abajo al escuchar como se indica en la imagen.
El gesto de cogerse las manos detrás de la espalda es un gesto de superioridad que no debemos confundir con el de agarrarse la muñeca o el brazo, el cual es un signo de autocontrol, de controlarse a sí mismo para no realizar alguna acción.
Según la quiromancia, los pulgares expresan dominio, superioridad o agresión, pero estos son gestos secundarios que no debemos de analizar de manera aislada.
  • Los pulgares que salen de los bolsillos revelan una actitud de superioridad, la cual es aún mayor si la persona se balancea sobre sus puntillas para parecer más alto.
  • Los brazos cruzados con los pulgares hacia arriba nos indica dos cosas, por un lado que está a la defensiva con los brazos como barrera y los pulgares hacia arriba indican superioridad que su postura es la dominante.


Como escribí antes cuándo decimos una mentira casi de forma inconsciente nos tapamos la boca con la mano, y reconocer cuándo alguien miente es de las habilidades más útiles que pueden adquirirse. Aunque este gesto sea el más claro que que nos pueden estar engañando, también es cierto que no siempre tiene qué ser así y para ello tendremos que fijarnos en los otros gestos, su postura...

  • Si la persona que está hablando se lleva la mano a la boca nos da una pista de que lo que está diciendo no es verdad. Es como si inconscientemente quisiese bloquear esas palabras, el gesto puede ser como el de la imagen de la izquierda, tapándose la boca con algunos dedos o con el puño, pero en el fondo el significado es el mismo.
  • Como también sabéis, tocarse la nariz es en esencia el mismo gesto que taparse la boca, aunque más perfeccionado y disimulado, puede ser un leve toque, rascársela...

  • Otro gesto puede ser el de taparse los ojos, como evitando mirar a la cara a la otra persona o el de no ver la mentira que estamos diciendo.
  • Rascarse la oreja, es la forma disimulada de taparnos los oídos, es como si las palabras de la otra persona so sonasen del todo bien.
  • El gesto de rascarse el cuello indica duda e incertidumbre es más relevante cuando el mensaje verbal es contradictorio. También se puede dar cuando alguien nos miente y creen que le hemos pillado, como tratando de respirar apartando el cuello de la camisa o desajustándose la corbata, en esta situación puede preguntarle a la otra persona que explique de nuevo lo que dijo. Otra variante de este gesto es frotarse la nuca y por lo general mira hacia abajo. Al darse cuenta del error la persona puede tocarse la frente (propio de personas abiertas con las que se trabaja más fácilmente) o tocarse la frente (suelen se pesimistas y tienden a criticar)
Llevarse los dedos a la boca es un signo de inseguridad, como el bebé que se chupa el dedo a falta del chupete, también puede llevarse a la boca un lápiz, un cigarrillo... Si percibimos que la otra persona hace este gesto cuándo le pedimos su decisión, está intentando ganar tiempo, a ver si le damos más información ya que no está seguro de cómo posicionarse.

La mano apoyada en la mejilla con el índice hacia arriba es el gesto típico de evaluación, si la persona se rasca la barbilla nos indica que está tomando una decisión.

Los brazos:

Cruzar lo brazos es un signo de que la persona se siente amenazada e intenta mantenerse alejado de ese mal. Cuándo cruzamos los brazos tenemos una actitud negativa, defensiva o nerviosa.
Existen varios cruces de brazos:

Cruce de brazos normal: Expresa una actitud defensiva y negativa. Esta actitud se da cuándo la persona está incómoda o insegura.
En esta situación la persona tiene pensamientos negativos sobre quién está hablando y presta menos atención, para que la persona se muestre más receptiva se le puede acercar un libro o un papel.


Cruce de brazos reforzado: Esta postura es similar a l anterior, sólo que aquí los puños están cerrados lo que indica que está en una posición defensiva preparándose para la confrontación, también puede que tenga los dientes apretados, lo que es una señal aún más clara. 

Agarrarse los brazos: Es una sensación de miedo, se suele dar en personas que vuelan por primera vez, están en la consulta del médico..



Cogerse las manos: En esta situación la persona intenta ocultar su miedo, esta postura nos recuerda de alguna manera a cuándo nuestros padres nos cogían de la mano para transmitirnos seguridad.

Las personas que tratan constantemente con extraños como los vendedores para sentirse seguros se ajustan el puño de la camisa, la manga, se tocan el reloj se cogen del bolso... el agarrarse a algo físico les transmite seguridad.

Los brazos cruzados detrás de la cabeza significan "ojalá fueses tan importante como yo" es una actitud propia de gerentes, abogados... gente dominante o que se creen superiores.


Expresión facial:

La cara es la parte del cuerpo que más refleja nuestro estado emocional y a través del cual transmitimos las emociones de alegría, tristeza, miedo, sorpresa...
El contacto visual es un elemento clave en la comunicación y también es el más sutil del lenguaje corporal.

El asco es una impresión desagradable causada por algo que repugna.
 El desprecio es una mezcla de odio y molestia, la cual demuestra el poco gusto de la persona hacia una persona o acción determinada.
 El enfado es una impresión desagradable y molesta que hacen en el ánimo algunas cosas. Es una respuesta emocional primaria que se produce cuándo la persona es incapaz de alcanzar una meta o satisfacer una necesidad. Junto con el miedo es una de las sensaciones más intensas, pero en situaciones extremas puede generar reacciones de odio y violencia.
 La felicidad es un estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien. La felicidad facilita la empatía, favorece el rendimiento cognitivo, la solución de problemas, la creatividad...
El miedo es un sentimiento de temor producido por un riego o daño real o imaginario. Es  una emoción primaria y su máxima expresión es el terror. Aumenta la presión arterial, la actividad cerebral y se agrandan las pupilas.
La sorpresa es una breve respuesta emocional ante un imprevisto o suceso extraño. La sorpresa es la más breve de las emociones.
 Es una de las emociones básicas, es la respuesta a un acontecimiento negativo.

Para entablar una buena relación con la otra persona, debemos mantener el contacto visual entre un 60%-70% del tiempo de la misma, cuando una persona miente, tiende a mantenerlo menos un tercio de la conversación, sin embargo si se siente atraído por la otra persona o tiene una actitud desafiante, intentará mantener la mirada más tiempo.

Mirada de negocios: Cuándo se está en una entrevista de trabajo o en una negociación, se recomienda imaginar un triángulo en la frente de nuestro interlocutor, el cuál esté apoyado sobre sus ojos y procurar no bajar la mirada de estos. Esto transmite una sensación de seriedad.

Mirada social: En una fiesta o conversación amistosa hay que mirar al triángulo formado por los ojos y la boca.

Mirada íntima: Se dá en situaciones de coqueteo, y consiste en mirar a la otra persona de arriaba a abajo, desde sus ojos, pasando por su boca y cuello hacia el resto del cuerpo. Si la otra persona está realmente interesada hará lo mismo.

Mirada de reojo: Puede tratarse de una señal de coqueteo si va acompañada de una sonrisa y las cejas estás elevadas, mientras que si el ceño está fruncido es amenazante.

Los piernas:

Las piernas cruzadas, al igual que los brazos, son síntoma de que la persona está cerrada en sí misma o a la defensiva. Cuándo dos personas que no se conocen entablan una conversación a menudo suelen tener las piernas o brazos cruzados, pero a medida que la conversación avanza y se sienten más cómodos, se relajarán y tendrán una actitud más abierta.

Cruce de piernas: Hay dos variantes, una en la que una pierna pasa por encima de la otra, este cruce es el más normal aunque también puede que se apoye el tobillo o el gemelo sobre el muslo de la otra pierna. Esta postura transmite una actitud defensiva o reservada.

Cruce de tobillos: Cuándo la persona que habla tiene esta postura es como si se mordiese los labios mentalmente, transmitiendo una sensación de nerviosismo o temor. En los hombres este gesto suele ir acompañado con los puños cerrados sobre las rodillas o agarrándose a los brazos del sillón, mientras que las mujeres colocan las manos sobre sus muslos o apoyan una sobre otra.

Cruce de piés: Suele tratarse de un gesto femenino y refuerza la posición de cruzar las piernas. Las mujeres que adoptan esta postura suelen ser tímidas, para que se sientan más agusto, hay que acercarse a ellas de forma amistosa y cálida.

La cabeza:

Cuándo la cabeza está recta y vertical es la situación neutral del que escucha. Cuándo esta se encuentra ladeada es signo de que muestra interés. Si está inclinada hacia abajo muestra una actitud negativa o falta de interés.

Actitud amenazante:

Al colocar las manos en la cintura la otra persona intenta aumentar su tamaño, es como las cobras cuándo abren las aletas para intimidar al oponente. También puede darse el caso de que la otra persona esté en esa misma postura, con los pulgares en los bolsillos o en las trabillas del cinturón y no enfrente nuestro, esta es una postura típica de evaluación o inspección.

Gestos de coquetería:

Las mujeres tienen ventaja en este campo, no sólo porque ellas identifiquen antes el lenguaje corporal que nosotros, si no también porque el lenguaje corporal del hombre es muy escaso. Estos son algunos ejemplos, aunque en mi opinión están bastante desfasados indican gestos de coquetería, no son un manual de cómo ligar.

Los hombres antes de acercarse a la mujer s arreglan el pelo, se ajustan la corbata o el cuello, se alisan la ropa. A la hora de hablar con ella pondrá las manos en la cintura para aparentar ser más grande, se pondrá mirando a ella con los pies apuntando en su dirección; si está sentado o apoyado puede que abra las piernas.
Una postura más agresiva es con los pulgares en los bolsillos o en el cinturón, marcando la zona genital.

Las mujeres también usan los gestos de arreglarse el pelo y la vestimenta, dirigir el cuerpo y los pies a la posición del hombre y mantener la mirada.
En ocasiones colocarán el pulgar en el cinturón o agarrándose con él al bolso.
Apartarse el pelo de la cara es un gesto muy típico que realizan todas las mujeres. Si están interesadas, mostrarán las muñecas o las palmas de la mano, este gesto se disimula mejor si la mujer fuma. Cuándo está con un hombre que la interesa, las piernas tienden a abrirse (es el gesto opuesto al cruce que expliqué antes), también puede que se siente con las piernas cruzadas apuntando con la rodilla y pié en dirección al hombre, en ocasiones acariciándose los muslos.
Humedecerse los labios, tener la boca entreabierta o mirar con el ojo entrecerrado también son algunos de estos gestos.

Fumar:

Fumar sirve para relajarse y en ocasiones es una excusa para pensar las cosas y tomar decisiones, los gestos de golpear el cigarrillo o el paquete o moverlo, indican que la persona está más nerviosa de lo normal, también la dirección y manera de echar el humo nos indican cómo es y cómo se encuentra la persona:
Las personas positivas, que confían en sí mismas, las que se creen superiores... suelen exhalar hacia arriba la mayor parte del tiempo. Por el contrario, las personas desconfiadas, lo suelen hacerlo hacia abajo, exhalar por un lado de la boca y hacia abajo muestra una actitud reservada o más negativa.
Expulsar el humo por la nariz nos dice que la persona es segura de sí misma y se siente superior y se suele echar hacia atrás. En cambio si está enfadado inclinará la cabeza hacia delante.

Jugar con las gafas:

Un gesto muy típico es el de ponerse la patilla en la boca, que como sabemos es síntoma de inseguridad.
Mirar por encima de las gafas puede significar que está juzgando o criticando, aunque también puede ser que sean gafas de cerca.
Ponerse las gafas cuando habla y quitárselos al escuchar es una forma de tomar el control de la situación ya que indica que cuándo se los quita la otra persona tiene que escuchar.

Indicadores:

Si la persona con la que estamos hablando nos mira solo con la cabeza, con el cuerpo en otra dirección como intentando huir de la situación, tenemos dos opciones, llamar su atención y que cambie su postura o terminar la conversación y dejar que se vaya.

Esta imagen muestra a dos personas que tiene el mismo estatus y no hablan sobre nada personal, su postura invita a un tercero a unirse a la conversación.

En cambio si la tercera persona no es bienvenida, las dos personas sólo le girarán la cabeza, mientras que sus cuerpos estarán enfrentados, cerrando el hueco.


Cómo expliqué en el apartado de coqueteo estar sentado con las rodillas o los pies apuntando hacia una persona es signo de interés.

Por lo general el lenguaje corporal no se puede fingir, porque aunque estemos tratando de dar una imagen de serenidad, nos puede temblar el pulso, la voz. También es cierto que "la práctica lleva al maestro", así que las personas que están constantemente negociando o tratando con otros puedan disimular mejor estos gestos, o directamente que se acostumbren a ese tipo de situaciones llegándose a encontrar cómodos.

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